Revienta el azar
de las palabras
del te quiero
y del te amo
la noche se ilumina con estrellas
y luceros extrañados
boca a boca
en un beso encarnado
se olvidan
las palabras frecuentadas
vuelves a depositar
tu pecho en el mío
quedando mudos en un abrazo
mi lengua saborea en mis labios
el dulce néctar
que tus labios derramaron
y un siglo parece un instante
cuando estás junto a mí
y yo a tu lado
entonces todo se pierde
en el presente
haciendo absurdo el pasado
solo quedan los momentos
palpitantes
y a través de los besos
parecemos más enamorados
Víctor Hugo - 19/07/1988
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