NO ME BUSQUES

Sal del capullo
¡Oh ninfa!
mariposa de alas multicolores
vuela por el tiempo
y posa en mi tus sueños
posa en mi tus besos
que soy la flor
que añora tu visita
que soy el marinero
buscando que tus brazos
sean mi puerto
buscando en tus pupilas
de noche entrada
la estrella del norte
que guíe mis pasos de vagabundo
y náufrago

Estalla de alegría
mi mustia vida al verte
los ojos se me van tras un sueño
tu sueño
en mi sueño

Despierta
y amame como te amo
con furia
frenesí
con vivo aliento
tal como si fueras el aire
tal como si fueras el tiempo
rompiendo mi pasado
haciendo metamorfosis
con mi cuerpo de alondra
perdida en el azul del cielo
de alguna playa
volando entre gaviotas
gaviotas de tu anhelo
haciendome gaviota

Estoy aquí
aguardando el instante
de surcar el firmamento
y alcanzar tu nido
para hacer de nuestras vidas
un solo acento
para entre nuestras formas
hacer un puente
que acerque más
y más aún tus labios
a los míos

Así verás
que al salir el sol
encontrarás al borde de tu cama
una alondra
que se volvió gaviota
para poder ser recibida en tu nido
que se olvidó del vuelo
entre la espesura de los pinos
y buscó volar sobre los mares
haciendo para ti
un cielo distinto
haciendo para ti
otros paisajes

Entonces
volveremos a mirarnos
y entonaremos un solo himno.


Victor Hugo -  01/11/1991

SESENTA LUNAS FALTAN



Sesenta lunas faltan para verte
en tu nido de flores
en tu sueño
ya casi no es nada
el tiempo que nos resta
para divertirnos en un parque
para comer helados de mil sabores
y jugar que somos seres de otras galaxias
MI bebe ya llegas
y yo he comprado un traje nuevo
con la intención de poder
reflejarme bien en tus ojos
y que veas una buena personalidad
a la persona que desea ser tu padre,
tu padre
El momento se avecina
nuestro momento.

Victor Hugo -  01/11/1991

Para Salma

Desde esta oscura caverna,
desde aquí
donde el agua huye de las tormentas
y la arena se hace cargo
¡Te escribo Salma!
nombre en providencial sal
alma en mil sonidos
y única ventisca.
El viento me golpea
la piedra que soy
poco a poco he ido desapareciendo
¿Pero ha de importar acaso?
Salma, te escribo
por no ver tu retrato milenario
por no ver tu ritmo,
por no saborear tu inexistente calma.
Los escorpiones dorados
que siempre me acompañan
juegan a convertirse en joyas,
para ti... quieren
inyectar su dulce veneno en tu nombre
(algún día he de dejarles hacer lo que piden)
mientras,
lucho con este desierto que prefieres desconocer
y monto los caballos bellos de tus sueños;
como deseo tu larga cabellera
¿Cómo la deseo?
larguísima como los siglos que me adeudas,
danzarina como el vientre
que aún no despierta para mi;
dorada como la transmutación
de mis muertos en tus hijos...
Salma, alma...
dulcemente asesinas la desexistencia
ermitaña es este fantasma,
que fabricó cimitarras,
que cortó manos extraviadas,
que despedazó las claves de cada mañana,...
provocó a los Dioses de este furioso viento
(les ofrendó mi turbante; por no decir mi cabeza)
para que trasiguen nuestro pacto;
les ordeno fuego,
les ruego que humedezcan la distancia...
Salma la danza en sangre,
se resiste a continuar derramándose,
ven, baila para mi,
ocupa mi lugar
y escribe alguna carta

Gabriel Miros.   `90


CUANDO NACE EL SOL



Desbocado cuesta abajo,
sonriendo,
sin razón
y aguardando a el sol
que se movía lentamente
por entre dos montañas,
soñaba con los días
casi perdidos,
casi no vuelven,
lluvia,
lagrimas,
besos.

Acá estoy,
viendo tu pañuelo ondear,
tus ojos húmedo de ayer
bronceados de esperanzas,
diciendo frases inconclusas,
como queriendo abrazar la mañana,
el mañana
y nada más,
tu,
yo,
prado,
nubes.

Son largos cabellos azules
los que te bañaron
y mojaron tu historia,
llevándose tu sudor
hasta la mar inmensa,
un mundo insoñable
con jinetes metálicos
que lo cruzan sin cesar,
peces,
agua,
sol,
arena.

Es nuestro amor así,
como una cascada,
brumas blancas y ajadas
que envuelven
y hacen desaparecer la nostalgia
con una caricia y un beso,
me dejas sin aliento
pero con grandes ganas de vivir,
paredes,
techo,
almohadas.

El sol nace y nos mira
a través de la ventana.


Victor Hugo -  1992

Como la luz


Recinto de historias muertas
de caminos interceptados
en ideas de las mañanas
que mueren con el sol en lo alto
que nacen con el rocío
lágrimas del cielo helado
humedeciendo la sonrisa de las plantas
del solar y el jardín

No me mires ahora
no puedes perderte las estrellas
ya el sol es oculto
y perder esa belleza
sería imperdonable
prefiero no tener nada
que pueda empañar mi rostro
ante tus ojos

Mordaza de pétalos
impidiéndome gritar tu nombre
y otro
sin cesar ni envejecer
ni obviar otro pensamiento
ni esperar otra noche
ni volver al invierno

Canción desesperada
de versos incoherentes
como sueños sarcasticos
que ronda la caída de un reino
de un espejismo

Alondra de la madrugada
vuelve a verter tu risa
la de tu canto
a través del pequeño trozo
abierto en mi ventana.

Victor Hugo -  1992