Palabras de amor para una mujer

Para Salma

Desde esta oscura caverna,
desde aquí
donde el agua huye de las tormentas
y la arena se hace cargo
¡Te escribo Salma!
nombre en providencial sal
alma en mil sonidos
y única ventisca.
El viento me golpea
la piedra que soy
poco a poco he ido desapareciendo
¿Pero ha de importar acaso?
Salma, te escribo
por no ver tu retrato milenario
por no ver tu ritmo,
por no saborear tu inexistente calma.
Los escorpiones dorados
que siempre me acompañan
juegan a convertirse en joyas,
para ti... quieren
inyectar su dulce veneno en tu nombre
(algún día he de dejarles hacer lo que piden)
mientras,
lucho con este desierto que prefieres desconocer
y monto los caballos bellos de tus sueños;
como deseo tu larga cabellera
¿Cómo la deseo?
larguísima como los siglos que me adeudas,
danzarina como el vientre
que aún no despierta para mi;
dorada como la transmutación
de mis muertos en tus hijos...
Salma, alma...
dulcemente asesinas la desexistencia
ermitaña es este fantasma,
que fabricó cimitarras,
que cortó manos extraviadas,
que despedazó las claves de cada mañana,...
provocó a los Dioses de este furioso viento
(les ofrendó mi turbante; por no decir mi cabeza)
para que trasiguen nuestro pacto;
les ordeno fuego,
les ruego que humedezcan la distancia...
Salma la danza en sangre,
se resiste a continuar derramándose,
ven, baila para mi,
ocupa mi lugar
y escribe alguna carta

Gabriel Miros.   `90

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